Oh Lola

Este es mi primer post y se lo tenía que dedicar a mi razón e inspiración, mi hija Vera y a la maravillosa experiencia de convertirme en madre. Yo nunca planeé tener hijos, aunque sabía que los quería y que algún día pasaría. Mi esposo y yo teníamos poco tiempo de casados, de hecho debimos posponer nuestra boda eclesiástica gracias a la maravillosa noticia de que estábamos embarazados, supongo que así son las cosas de Dios – pasan cuando tienen que pasar.

Mi embarazo fue maravilloso, muy tranquilo, comí lo que quise, dormí lo que quise, me divertí mucho decorando el cuarto de Vera, planeando mi babyshower, comprando ropa y planeando sus futuros outfits, en fin no pude pedir un mejor embarazo. Me sentía feliz y poderosa, pues después de todo estaba creando vida y como nunca había sido algo que me había imaginado me tomó por sorpresa la sensación de majestuosidad que vive la mujer en esa etapa. Vera se tomó una semana y un día más de lo planeado para dar señales de que estaba lista para salir al mundo. Era viernes en la madrugada a las 3 de la mañana en uno de mis 20 viajes nocturnos al baño cuando sentí dolores. Y como mi dilatación había mostrado ser muy pequeña en las consultas médicas anteriores, habíamos planeado ya una inducción para el domingo. Dado que llegaron los dolores, Catalina (mi doctora) me mandó al hospital, llegamos alrededor de las 4 de la mañana, mi esposo y yo estábamos felices porque finalmente íbamos a ver a nuestra bebe. Mi parto fue la experiencia mas desafiante de mi vida y sin embargo de alguna manera logré mantenerme calmada, completamente contenida y tranquila. Recuerdo el momento y mi mente estaba en blanco, sólo pensaba en Vera y en que pronto nos veríamos y así pasaron 30 horas, (aja 30) de medicamentos de inducción, oxígeno, antibióticos y sin comida ni agua. Pasaron todas esas 30 horas y mi dilatación no pasaba de 5cm (aja 5) – fue allí cuando Catalina recomendó la cesarea. Yo seguía tranquila pero estaba cansada y me sentía cómoda con la recomendación de mi doctora, total estoy acostumbrada a que las cosas no salgan como las planeo (así es la vida, right?). Fue así como a 30 minutos de esa discusión ya me encontraba en el quirófano, y después de 30 horas de trabajo de parto finalmente íbamos a ver a nuestra bebe. Vera nació a las 11:49am del domingo, pesó 8 libras 10 onzas, midió 51.5 cm y nosotros fuimos los seres mas felices del universo, no hay palabras que describan lo sublime del momento, todas ustedes que tienen la suerte de ser mamás lo entienden.

Tres días mas tarde nos fuimos a casa, y desde entonces hemos tratado de adaptarnos y acomodarnos los tres a los tres. No es fácil, un bebe es mucha responsabilidad y trabajo, trabajo que nunca habíamos hecho. En el camino se han presentado una serie de retos, Vera no tiene siquiera 2 meses de nacida y decidí abrir este blog y es que tengo la necesidad de contarles cómo hago ahora, cómo mezclo lo que siempre he sido con mi nuevo rol, cómo me divierto el doble planeando outfits para las dos, haciendo lazos, cambiándome el vestido 20 veces gracias a los pequeños accidentes que tiene Vera encima mío (todas las mamás entienden). Ha sido una hermosa experiencia en la cual sigo manteniendo mi esencia, la moda me ayuda a eso y me hace sentir conectada conmigo, ser mamá es una tarea maravillosa pero hay que detenerse y mantenerse sana, feliz y por favor FABULOSA.

Love,Lola.

This is my first post and I had to dedicate it to my inspiration, my daughter Vera and the wonderful experience of becoming a mother. I never planned on having children, although I knew I wanted to and that one day it would happen. My husband and I had been married for only a few months when we found out, in fact we had to postpone our religious wedding. And because God works in mysterious ways, we replaced one way to celebrate our love with an equally beautiful other.

My pregnancy was beautiful and peaceful, I ate whatever I wanted, I slept as much as I wanted, I had a ball decorating Vera’s nursery, planning my Baby Shower, shopping for clothes and planning all her little outfits. All in all, I really couldn’t have asked for a better pregnancy. I felt empowered, after all I was creating life and since I had never thought about what that would entail, the majestic feeling a woman goes through took me by surprise. Vera took her time and waited an extra week and one day past her due date to show signs that she was ready to come into the world. It was Friday at 3am during one of my 20 trips to the bathroom when I felt contractions. In my last doctor’s appointment we had already set up an induction date, which was going to be that Sunday. I never dilated very much, which is why my doctor decided to set up the induction. So it was no surprise to me when she told me to go ahead and go to the hospital. We arrived at around 4 A.M. My husband and I were so happy, we were finally going to see our baby girl.

My delivery was the most challenging experience of my life and somehow I managed to keep calm and completely composed. When I think about it, I just remember my mind going blank. I only thought of Vera and that soon we would see each other. Thirty hours passed (oh yes, 30) of Pitocin, oxygen, antibiotics, no water, no food. After all that time I had only dilated to a 5 (oh yes, 5) – that is when my doctor recommended a C-section. I remained calm but I was tired and I felt comfortable with my doctor’s recommendation, after all I am used to things not going as planned (that’s life, right?). I just wanted to keep Vera safe, that was my only priority. Just like that, 30 minutes later I was already having our baby, she was born at 11:49am on Sunday, she weighed 8 pounds 10 ounces and was 51.5 cm long and we were the happiest people on earth. There are no words that can describe how sublime that moment was, all of you mommas out there understand.

Three days later we went home, and since then we’ve tried to adapt to our new life. It’s not easy, a baby changes everything and is a lot of responsibility and work, work that we’ve never had before. Along the way there have been a lot of challenges. Vera isn’t even two months old just yet and I decided to open this blog because I feel the need to tell you how things are now in my new life, how I merge who I’ve always been and what I’ve always liked with my new role of being a mom, how it is double the fun planning outfits together, making headbands, and changing my clothes twenty times thanks to the little mishaps that Vera shares with me when I’m holding her (all you mommas get me, right?). It has been a beautiful experience, throughout which I have tried to maintain my essence, and fashion is one of those things that helps me stay connected with myself, being a mom is amazing but you gotta stop and try to keep yourself sane, happy, and please FABULOUS.

Love, Lola.

Robe: Victoria’s Secret

Vera’s swaddle blanket: by Polly and Delia

Also love, this swaddle blanket by ModFox also handmade.